Orion 2045

Querida Martina,

Me cuesta evocar las palabras precisas para reconstruir lo que fue el abismo. Vos sabes a qué me refiero cuando hablo del abismo, ¿verdad? Hace unos años te contaba como me iba acercando a él sin saberlo. Te describía con creces cada detalle, casi podías percibir los aromas a través de mis líneas. 
Dejé de escribirte, caminaba con prisa, ¿sabes? a ratos creí que tenía certezas, luego las fui aflojando, no tenía nada más que mis pasos, muchas veces temerosos. Dejar de escribir fue un error. Podrás decirme que hay momentos en los que la sequía aparece, que no me culpe, que siempre llega ese día en el que se desborda una a una cada frase que aún cuando parecían inexistentes las cargaba. El asunto es la carga, precisamente, la carga y el desconcierto. 
Cuando escribo, hago el esfuerzo de entenderme para qué vos, luego, podas percibir un poco de claridad, para que podas,sino es entenderme, leerme y que resulte menos enredado que mi silencio distractor. Ay, Martina, cuantas cosas han pasado y yo ni las he logrado digerir. 
Reflejo los acontecimientos en actos irreflexivos, ando por las horas como si no se registrasen. Martina, Martina, cuanta angustia. Si me vieras, soy una molécula que estalla y luego une sus pedazos como si no fuese nada. Cuando no escribo, mis palabras se amontonan, salen y salen como una estampida violenta, que me rompe. Si escucharas las cosas que digo... Aveces quiero abrazarme, aveces cuando me salgo de esa desconocida. Cuando la veo tan pequeña, tan oscura, tan necesitada no sé si lo que necesita es desaparecer. 
Qué tajante hablar de sacar a alguien del tablero, sí, eso dije, aveces creo que lo mejor es que desaparezca, pero... ¿Sabes lo que eso significa? 


Siempre tuya, 
Alfonsina 

Comentarios

Entradas populares